HD-CVI es, en la actualidad, uno de los formatos más evolucionados en materia de calidad de video en alta definición. Permite, además, la paulatina migración de un sistema analógico hacia uno IP nativo.
A lo largo de la historia de la video vigilancia fueron desarrollándose diversas normas para la modulación de señales de video. En conjunto con el avance tecnológico de los sensores de imagen, también fue evolucionando el tamaño, la calidad y las mejoras que podían realizarse sobre éstas para poder adaptarse a distintos escenarios de la vida cotidiana, hasta lograr un salto significativo al lograr transportar imágenes en alta definición (HD y Full HD) sobre señales analógicas, algo antes solo posible en sistemas IP mediante paquetes de datos digitales. Nació entonces HD-CVI, uno de los formatos más evolucionados en materia de calidad de video en alta definición, que sigue evolucionando.
Introducción al HD-CVI
HD-CVI (High Definition Composite Video Interface, o bien, “interfase de video compuesto de alta definición”), es una tecnología de transmisión de video creada, en principio, para cable coaxial.
En sus inicios ofrecía dos especificaciones o formatos de imagen: 1920H / full HD / 1080p / 2 megapíxeles (1920 x 1080p) y 1280H / HD / 720p / 1 megapíxel (1280x720p), con la posibilidad de una velocidad 25, 30, 50 o 60 FPS.
Gracias a su naturaleza, este formato permite reutilizar el cableado empleado por cámaras analógicas estándar, ya sea coaxial o UTP con balunes, haciendo simple, económica y rápida la transición desde éstas hacia las HD-CVI. Conjuntamente con la capacidad de los DVR HD CVI (también llamados HCVR) de trabajar con ambos tipos de cámaras, se logra el reemplazo paulatino de las cámaras instaladas, permitiendo una transición en
etapas, conviviendo ambos formatos en
un mismo sistema y contribuyendo a la
capacidad económica de quien desea
migrar hacia un sistema HD.
Otra característica fundamental del HD CVI es que no sólo transporta video, sino
que permite la modulación de múltiples
señales en el mismo medio, pudiendo
transportar también audio y datos bidireccionales, los cuales son imprescindibles para comandar el movimiento de los
domos PTZ.
De este modo ahorra la necesidad de un cableado extra, tiempo y costos de mano de obra, materiales y
mantenimiento ante fallas. Éstas se modulan en el blanking de video (ranura de
tiempo entre cuadros de video), lo cual
asegura la sincronización, además de
ofrecer una velocidad de muestreo de
audio de hasta 44 kHz.
La comunicación
de datos bidireccional entre cámaras HD CVI y grabadores permite, así, ejecutar comandos de control (foco y movimientos
de PTZ) o bien comunicar alarmas en
tiempo real (como las que puede detectar
por tampering o pérdida de video).
HD-CVI versus otros formatos
S
Si bien existen varios sistemas que
pueden transportar imágenes HD en
720p y 1080p, el HD-CVI tiene una
enorme ventaja a la hora de conectarse a
distancia: utilizando el mismo cable,
puede alcanzar hasta 1200 metros. Esto
se debe a que la frecuencia de operación
que el CVI utiliza es de 38 MHz, mucho
más baja que las demás, proporcionando
menor atenuación en la línea de transmisión, y mayor inmunidad al ruido,
dado que se encuentra alejada de las
frecuencias de RF wireless que colman
el ambiente debido a la cantidad de dispositivos que las utilizan. Además, es importante en este punto el ASC, o sistema
de compensación y ecualización automática, que posee el CVI.
Evolución permanente.
Actualmente este sistema de transmisión
permite transportar tanto señales de 1 y 2
megapíxeles como la posibilidad de implementar cámaras de 4 y 8 megapíxeles,
introduciendo el UHD o 4K en el mundo
analógico, además de incluir otro tipo de
formato de videos, tales como las ojo de
pez, que trabajan en resoluciones desde los
4 a 6 megapíxeles. Lo mismo suceda con
las panorámicas multisensor, las cuales
confeccionan una imagen de video única
compuesta por el video de 3 o 4 sensores
de 2 megapíxeles, creando una señal equivalente de 6 u 8 MP.
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